La leyenda sostiene que Cleopatra VII, murió en el año 30 A.C. por la mordedura de una serpiente.
Claro está, que no es cierto. Los estudiosos analizaron con profundidad antiguos documentos médicos de la época, junto a la opinión de herpetólogos (expertos en serpientes), llegando a la conclusión de que, fue la ingestión de un cóctel de opio, cicuta y acónito, lo que le produjo la muerte inmediata.
Conociendo mínimamente a la reina, podemos llegar a la conclusión de que Cleopatra quería pasar a la historia como una de las mujeres más bellas de la tierra. Tomando el brebaje, moriría sin dolor en cuestión de horas, mientras que la mordedura de serpiente habría alargado su agonía durante varios días; dejando secuelas en su rostro y parálisis en diferentes partes del cuerpo.
El historiador romano Dión Casio, quien escribió sobre ella 200 años después, podría apoyar esta teoría cuando dijo que su muerte fue «tranquila y sin dolor».
Bueno, todo esto se resolverá cuando se descubra la tumba de la última faraona de Egipto. Según las investigaciones su mausoleo está ubicado en el sitio arqueológico conocido como Abusiris.
1 agosto 30 a. C.: Muere Cleopatra VII, última faraona de Egipto pic.twitter.com/0QHA4P5ncT
— Encuestas Full Time (@Encuestas_Full) 1 de agosto de 2017
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