La pirámide del Sol de Teotihuacan (en lengua náhuatl significa algo como «el lugar donde fueron hechos los dioses»), es el monumento más visitado de México (2,5 millones de personas en 2010).Y uno de los más misteriosos, ya que solo se ha excavado la cuarta parte.
En el CaixaForum de Barcelona, se exponen 400 piezas sobre la civilización azteca que dominó la cultura y la política de Mesoamérica. La mayoría de los fondos provienen del Museo Nacional de Antropología de México. Entre ellas destaca la escultura del Jaguar de Xalla, hallada hace 11 años en el templo de Xalla, un palacio que parece fue un centro político-administrativo. Esta figura del jaguar hace referencia a uno de los grupos militares más importantes del lugar que tenía como símbolo este animal. Está tallado en piedra pero es modular, como muchas de las esculturas y piezas de esta cultura. Estaba forrada de estuco fino de cal y vidrio volcánico sobre el que se pintaba pigmentos naturales.
Los aztecas situaron en esta ciudad la Leyenda de los soles: se trata de la inmolación de los dioses en una pira para crear el sol, la luna, la vida… y se desplazaban hasta el lugar para realizar sus ritos.
La ciudad estaba engalanada con esculturas, joyas y todo tipo de piezas valiosas.
Los edificios y esculturas que había en Teotihuacan estaban policromadas y en la ciudad predominaba el tono rojizo.
Teotihuacan fue una de las metrópolis más importantes gracias al comercio de obsidiana, con el que fabricaban sus puñales, y en el siglo V de nuestra era llegó a tener 125.000 habitantes que se distribuían en un área de 25 km2.
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— MéxicoDestinos.com (@MexicoDestinos) 21 de octubre de 2017
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