A principios del año 2009 se conoció la noticia. Martha Dahlgren, una ciudadana austriaca devolvió a Grecia una singular herencia de su abuelo: un pedazo del friso del Partenón, de 30×7 centímetros que contenía incluso una pequeña inscripción.
Su abuelo combatió en la Segunda Guerra Mundial, y se hizo con la pieza en 1943 durante la invasión de Grecia por el ejército nazi. El gobierno heleno mostró su satisfacción por el gesto y volvió a manifestar por enésima vez su intención de recuperar todo su patrimonio disperso y expoliado. Que tomen nota los británicos.
Friso del Partenón, Museo Británico. pic.twitter.com/2DW5fVGmE0
— Onemuri® (@cris_fdzb) 10 de agosto de 2017
Deja una respuesta