En el año 250, el Imperio Persa asedió la ciudad fortificada de Dura-Europos (Siria), ocupada por los romanos. Los persas hicieron un túnel por debajo de la muralla, los defensores romanos se enteraron de su treta y cavaron otro túnel para intentar interceptar a los persas.
La zona se excavó en los años 30 y se encontraron los cuerpos de 19 romanos y un persa, también se hallaron restos de un fuego provocado. En un principio se creyó que habían muerto en la lucha cuerpo a cuerpo, pero esta explicación no concordaba con las pruebas. Los túneles eran demasiado estrechos como para que los soldados pudieran luchar en ellos y la posición de sus cuerpos era demasiado “perfecta”.
Las últimas investigaciones han arrojado luz a lo acontecido en Dura-Europos. Parece seguro que los persas encendieron un fuego en el túnel al que arrojaron azufre y alquitrán.
Los romanos se asfixiaron con el gas, convertido en ácido sulfúrico. También cayó, víctima del gas, el soldado persa que inició el fuego. Después los cuerpos fueron arrastrados y apilados. Es extraño pero los cadáveres no fueron saqueados, los soldados estaban vestidos y portaban las armas; también se encontraron monedas entre sus pertenencias.
Dura Europos #Siria una fortaleza entre el Imperio Romano y el Parto https://t.co/9NURe7RigA pic.twitter.com/6ohIrFKUGs
— viatorimperi (@viatorimperi) 29 de noviembre de 2015
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