Aproximadamente entre el 1900 y 1350 a.C. coincidiendo con la cultura de Wessex del sur de Gran Bretaña.
Los elementos arqueológicos más significativos son los enterramientos que mayoritariamente son de guerreros, siendo túmulos de inhumación generalmente de grandes proporciones.
Importantes ajuares funerarios que denotan elevado estatus social: armas, pequeños puñales triangulares, puntas de flecha y objetos de oro, plata y ámbar. La cerámica se decoraba con motivos de tradición campaniforme.
Los lugares de habitación se conocen poco, eran pequeños asentamientos con fondos de cabañas, a veces defendidos por empalizadas, que se sitúan en zonas de cultivo agrícola cerealista y cerca de pastos para la ganadería.
Mantuvo relaciones de intercambio y comercio con la fachada atlántica de la península Ibérica, el sur de Gran Bretaña, Irlanda y el área del Bronce del Báltico.
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